jueves, 17 de febrero de 2011

El personaje: Tente Lagunilla

Hoy quiero hablar de un gran personaje Palentino por todos conocido, Tente Lagunilla.


Expedición Dhaulagiri
Emilio Vicente Lagunilla Alonso nació hace ya alrededor de medio siglo con las ganas y el ánimo de subir todo lo que se elevase por encima de cierta cota.


Después de muchos años de dilatada experiencia en montaña, habiendo coronado tres importantes 8 miles como el Everest o el K2, ostenta otros muchos intentos no menos gloriosos aunque no encumbrados.


Montañero y bombero, miembro del grupo de rescates de montaña y socio del Club Fuentes Carrionas, además de un sin fin de actividades y desempeños que realiza.


Gran amigo de sus amigos y afable con quien quiera charlar con él. En definitiva, un referente de lo que en verdad significa la montaña y gran conocedor de sus peligros.


Operaciones de rescate en Curavacas
Este mes a sido conferenciante del Ciclo de Proyecciones de Montaña "Ciudad de Palencia", organizado por los dos clubes de montaña palentinos: Espigüete y Fuentes Carrionas, dando a conocer su aventura en el Manaslu, homenajeando a sus tres amigos fallecidos recientemente y mostrando su "mala pata" en un accidente ciertamente aparatoso del cual fue rescatado con helicóptero, medio que utiliza habitualmente con el grupo de rescates en alta montaña.


Hoy 17, el 21 y 23 de Febrero continuará el ciclo de proyecciones con Ana Isabel Martinez de Paz, Jerónimo López e Isidoro Rodriguez Cubillas respectivamente, a las 20:15h en el Auditorio de Caja España - Caja Duero, en la calle Mayor, 52.


=> Ciclo de Proyecciones de Montaña "Ciudad de Palencia"
=> Web Oficial de Tente Lagunilla
=> Asociación Española de Guías de Montaña

lunes, 7 de febrero de 2011

Jornada de autodetenciones

Sábado por la mañana del día 5, todos ansiosos por salir a ver blanco...
Al ir llegando a Guardo empezamos a ver ya las cumbres nevadas del Curavacas y picos aledaños.
Aparcamos en Cardaño de Arriba, que estaba repleto de coches y autocaravanas, pues se ve que todo el mundo quería ir a ver nieve. Nos empacamos los bártulos y comenzamos a subir con buen ánimo.
Poco a poco la ropa de abrigo sobraba y los pies andaban ligeros, entre caminillos de escoba fuimos subiendo hasta las lomas, pasando por puentes de madera y vadeando arrolluelos de agua clara.
Ibamos avanzando, ya con algún cúmulo de manto blanco; bastones y pies de plomo sirvieron hasta cierto punto, pero el hielo es muy traicionero y los crampones son la mejor solución. Alguno de nosotros pasaron un buen rato alabando las cualidades del invento que tan util resultaba en las condiciones en que se encontraban las laderas.
Ciertas partes se acumulaban deslizamientos de nieve muy blanda y formaban puentes de nieve peligrosos y en otras resultaba realmente penoso caminar con la nieve hasta medio femur, pero paso a paso salvamos trecho hasta las palas donde fijamos nuestro objetivo para practicar las autodetenciones.
Hacía frio debido en gran medida a estar en cara norte y que el Sol no alcanzaba a salir por encima de la cumbre del Murcia que nos tapaba.
Plantamos las mochilas en un promontorio de rocas y nos preparamos un buen tobogán, para deslizarnos mejor y empezar cuanto antes a rebozarnos como croquetas.
Primero tomamos lecciones básicas de como actuar en situaciones de peligro y aprendimos que la montaña y más en invernal, es ciertamente peligrosa, si no se tiene noción de cada uno de los peligros, que incoscientemente, podemos provocar nosotros mismos.
Seguidamente recordamos las cuatro posiciones en que se pueden generalizar las caidas o resbalones en una situación real. La primera: De cara a la montaña en posición normal, de cara al valle en posición normal, bocabajo invertido a la primera posición y por último bocarriba con la cabeza en dirección valle.
Todos lo intentamos con más o menos éxito y fue muy divertido.
Ya eran casi las 6 de la tarde y aun no habiamos comido, aunque anteriormente tomamos algún tentempié, pero el hambre nos deboraba. Comimos y decidimos bajar, discutiendo si era lícito que los rescates en montaña los tenga que pagar el propio montañero y la conveniencia de federarse.
La noche cae paulatinamente sobre los hermosos parajes que nos circundaban, descubriendo un mar estrellado sobre nuestros cascos.
Mientras bajamos, fuimos aprendiendo constelaciones y grupos de cuerpos celestes característicos que nos ayudarán en un futuro para orientarnos según la época del año.
Finalmente llegamos a Cardaño de Arriba de nuevo, cansados pero muy contentos por la experiencia y con ganas de volver otro día a repetir la aventura.